Zhang Yimou vuelve a sus raíces en esta película que gustará a sus fans más acerrimos. Tras varios escarceos con un cine más comercial y dirigido a las masas, el director chino vuelve al tipo de cine histórico político que le dió renombre internacional.
Coming Home se sitúa en los últimos años de la Revolución Cultural, y viaja durante toda la época posterior para contarnos la história de Wan Yu (Gong Li) y Yan Shi (Chen Daoming) un matrimonio separado durante 20 años por la política. Yan Shi es un profesor encarcelado por razones políticas, dejando atrás a su mujer y su hija. Tras un intento de escape fallido, pasará los últimos años de la Revolución Cultural sin saber nada de su familia. Cuando al fin consigue su libertad con la apertura política del nuevo periodo, vuelve a un hogar donde su mujer sufre amnesia y se niega a reconocerle.
Con esta premisa Zhang Yimou esconde no demasiado sutilmente el trasfondo y crítica políticos a estos periodos oscuros de la história de China y la facilidad del gobierno de olvidarlos sin querer dejarlos completamente atrás. ¿Cómo vive un pueblo tras las atrocidades por las que ha vivido, con un nuevo régimen que no es tan diferente al anterior, pero les obliga a cambiar la mentalidad? A través de los ojos de una envejecida Gong Li, el director nos mostrará su visión de esta gran contradicción.
Gong Li deja atrás el maquillaje y el glamour que la ha caracterizado estos últimos años y envejece en pantalla para convertirse en la cara del pueblo que sufría las durezas de la Revolución Cultural. En una actuación que sorprenderá a aquellos que no conozcan sus trabajos anteriores con el director, Gong Li se debate entre el amor a su marido, el miedo por su hija y las consecuencias de sus actos en una sociedad donde cualquier error podía suponer la encarcelación.
En definitiva, una película para aquellos que disfrutan del cine de Zhang Yimou en estado puro.