Thirst. Park-chan wook y Kang-ho Song. Hemos hablado mucho de ella. El trailer pintaba bien. Ha estado en muchos festivales. Seguro que está bien. Tenía muchas ganas de verla.

Thirst: 2 horas y cuarto que nadie me devolverá.

Una película en que el hecho que el protagonista se transforme en vampiro (de la forma más estúpida del mundo) apenas tenga importancia hasta los últimos (y eternos 15 minutos), una película en que las escenas se alargan eternamente, una película en la que se intercalan escenas que supuestamente son poéticas…una detrás de otra. En definitiva, una película que no le recomendaría a mi peor enemigo.

Eso no significa que a mucha gente no le pueda gustar. Solo que a mi, y a la gente que la ha visto conmigo nos ha parecido insufrible. El sentimiento al acabar la película fue el mismo que con Ong Bak 2, mucha expectativa para una de las peores películas del año.